Laura Ruña, licenciada en Trabajo Social del equipo interdisciplinario de las Asesorías del Ministerio Público Pupilar, se refirió a las intervenciones que se realizaron este año para aportar criterios técnicos que ayuden a los magistrados a tomar decisiones en función de la protección de derechos de niños, niñas y adolescentes y de las personas con padecimiento mentales.
“Se realiza un análisis integral de la situación de la persona asistida, de la familia y el vínculo con las instituciones, con la comunidad”, dijo Ruña. La profesional se refirió al tema en Antena Infantil, el programa del Ministerio Público Pupilar que se transmite por Radio Nacional Salta.
La profesional describió que, por la pandemia, las prácticas se modificaron y se aplicó un protocolo específico de prevención. El equipo interdisciplinario estuvo en contacto con las familias para detectar casos de riesgo, asesorar, dar contención y transmitir a las Asesorías las información importante. En algunos casos, se recurrió a las videollamadas para hacer el acercamiento a las familias.
Las trabajadoras sociales tienen contacto con distintos referentes y realizan un trabajo articulado con instituciones como ONG y centros de salud, lo que facilita llegar a las familias y conocer cuando los chicos viven situaciones de riesgo o violencia.
Laura Ruña advirtió además que este año “los chicos perdieron contacto con las escuelas, por lo cual es necesario estar atentos como comunidad” para detectar situaciones de riesgo.
La profesional manifestó que “las infancias pasaron por distintos momentos y los procesos de aprendizaje, sobre todo en los sectores populares, demandaron que los cuidadores ocupen un rol socioeducativo sin tener herramientas”. Refirió que, en muchos casos, la escasez de dispositivos tecnológicos dificultó la continuidad del proceso educativo.
Agregó que las familias debieron aprender a convivir, en algunos casos en condiciones de hacinamiento, y que el rol de los profesionales fue promover que se priorice el diálogo, el proceso de aprendizaje y la salud mental.
También dijo que habrá que analizar las consecuencias a largo plazo que tendrán en lo social la crisis sanitaria y los meses de aislamiento. “Va a haber un acomodamiento de la sociedad y habrá seguramente un impacto negativo, pero también tenemos que poder capitalizar lo positivo. Las familias en los barrios están acostumbradas a atravesar crisis y siempre lo hacen en relación con sus familias o sus vecinos, desde la solidaridad y lo colectivo. Esto es un aprendizaje para la humanidad, hay que apoyarse en los recursos disponibles y tratar de construir en lo cotidiano las formas de pasar la pandemia”, expresó.